El Origen de la ciudad de Granada parece misterioso. Muchos de sus rincones están envueltos en leyendas y fábulas que la han convertido en una ciudad mágica. Se han elaborado las teorías más increibles, desde remontar su creación al bíblico Noé, pasando por Hércules, hasta distintas civilizaciones mediterráneas de la antigüedad.
Lo cierto es que el origen de Granada se remonta a la tribu ibérica de los túrdulos, una de las más civilizadas de las primeras pobladoras de la Península Ibérica. Esta tribu la fundó con el nombre de Ihverir, que más tarde los romanos llamaron Iliberis.
Realmente albaicín indica siempre un barrio en altura y con un poblamiento peculiar desvinculado del resto de la ciudad. El hecho de que en el siglo XXI este barrio no sea propiamente un arrabal no significa que en la Edad Media no fuera considerado como tal. Constituye uno de los núcleos antiguos de la Granada musulmana, junto con la Alhambra, el Realejo y el Arrabal de Bib-Arrambla, en la parte llana de la ciudad.
Lo cierto es que el origen de Granada se remonta a la tribu ibérica de los túrdulos, una de las más civilizadas de las primeras pobladoras de la Península Ibérica. Esta tribu la fundó con el nombre de Ihverir, que más tarde los romanos llamaron Iliberis.