¿SALINAS?, ... ¿salinas en la sierra? ... pues si señores en plena sierra de Cadiz, hay unas salinas, problamente de origen Fenicio, tan antiguas como las de la costa. "Las Salinas de los Hortales"en el termino municipal de Prado del Rey, a unos 4 km. del pueblo. Que maravillas esconde nuestra sierra, poco a poco las descubriremos entre todos.
Estas salinas de origen fenicio, deben su existencia a unos manantiales próximos, de los que sale agua de manera ininterrumpida durante todo el año, a una temperatura media de 25º, con un contenido salino de 28 g/l. Este agua posee también naturaleza ferruginosa. El carácter salobre de estos manantiales, se debe a que el agua atraviesa antes de aflorar, materiales triásicos de naturaleza margo-arcillosa ricos en yesos y sales solubres.
El agua de estas salinas goza de conocidos poderes medicinales y curativos, son beneficiosas para tratar enfermedades de la piel, así como para reúma. Estas dolecias eran tratadas en otros tiempos con baños y emplastes de barro. Entre los arrieros, era común lavar con esta agua las pezuñas y patas de las bestias dañadas, obteniendo resultados satisfactorios.
Junto al interés que los afloramientos salinos poseen, la presencia de vegetación típicamente halófita, aconseja el lugar para los amantes de la flora, ya que en las salinas encontramos especies típicas de zonas salobres, que no pueden hallarse en ningún otro lugar de la Sierra Norte. Así, sobre los suelos triásicos ricos en sales, hallamos elementos tales como juncos subulatus, salicornia, ramosísima, ruppia marítima y otras en zonas preferentemente encharcadas.
Texto: Ayuntamiento de Prado del Rey - Fotografías: Kapbounty.
Preciosa vista de Prado del Rey, desde la Huerta de Dorotea, flanquedo por dos cerros, el Cerro Verdugo y Las Lomas.
El Olivo es otra seña de identidad de Prado del Rey. Aqui esta solitario, como vigilando al trigo.
Formando parte de nuestro paisaje serrano, los Olivos se mezclan con las Encinas, Alcornoques y Quejigos.
En la primavera, justo a la salida de Prado, podemos asistir a este precioso idilio entre los trigos y las amapolas ...
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